El Clicker

Introducción

EL CLICKER

El adiestramiento con clicker es el nombre que se usa habitualmente para designar a aquel en el que se utiliza, como una poderosa herramienta de ayuda, una cajita con una lámina metálica en su interior, que al apretar y soltar hace un sonido característico, claro y llamativo, que exclusivamente utilizaremos para comunicarnos con el perro en el momento del aprendizaje, nunca en otros. Es una nueva forma de relación.


El adiestramiento con el clicker es un método que comenzó a ser utilizado en los años sesenta, sobre todo en Estados Unidos e Inglaterra, a partir de los trabajos de laboratorio realizados por el Prof. Skinner, y del trabajo de campo llevado a cabo por Bob Bailey, Marian Breland y Karen Pryor. Sus inicios fueron aplicados en el campo del adiestramiento de delfines en parques acuáticos (utilización del silbato); ampliándose después su empleo a todo tipo de animales domésticos, e incluso caballos o yamas. Es tal su efectividad que puede usarse tanto en la educación de cachorros recién llegados a casa como con perros adultos, e incluso es adecuado para eliminar comportamientos ya adquiridos pero no deseados, independientemente de la raza del animal. De ahí que se utilice en la actualidad en todos los campos del adiestramiento: perros lazarillo, perros antidroga, perros para minusválidos, perros para sordos, y cada vez más con perros de compañía.

El adiestramiento con el clicker se basa en la aplicación de los principios del reforzamiento positivo. Premiar y estimular las acciones realizadas justo en el momento en que se producen; de ahí la ventaja del sonido del clicker sobre el de la voz ya que nos permite indicarle al perro el instante preciso en que realiza el comportamiento que deseamos premiar haciendo sonar el clicker, con lo cual se acelera el aprendizaje al mantener una comunicación rápida entre el adiestrador y el perro. Las sesiones de adiestramiento se hacen cortas y alegres, es todo un juego divertido para ambos, donde no se utiliza la fuerza o los tirones de la correa para indicarle al perro lo que deseamos que haga, por lo que se reducen los niveles de ansiedad, estrés o temor por parte de nuestro alumno.

La aplicación de esta técnica de adiestramiento resulta muy intuitiva y muy gratificante para perro y amo ya que siempre se trabaja en positivo, evitando en todo momento el castigo, lo que hará al perro más receptivo y colaborador y mantendrá su motivación. No existe la necesidad de forzar o intimidar a un perro para conseguir que nos respete.

El adiestramiento tradicional se basa en la corrección mientras que el del clicker se sustenta en la felicitación o premio ante el comportamiento deseado. Hay que suprimir el castigo para empezar. De hecho a los delfines no se les puede corregir, no se puede utilizar un látigo, o dar un tirón de la correa; tampoco podemos gritarles para enseñarles lo que han de hacer, así que únicamente se puede utilizar el sonido del silbato, aquel que le indica que ha realizado bien el ejercicio; en nuestro caso con nuestras mascotas sería el clicker. De hecho, una vez que se ha establecido el significado del clicker para el perro, se podrá reforzar con su sonido comportamientos realizados a distancia, o incluso cuando el animal está orientado en sentido contrario a nosotros.

Imaginemos a un extranjero que nos visita y al que regañamos, castigamos o zarandeamos porque no entiende nuestro idioma, posiblemente sólo conseguiremos asustar, enojar o estresarle, incluso que no vuelva a casa, igual sucede con un animal; él no entiende nuestro lenguaje, y debemos explicarle el significado de nuestras órdenes. El clicker actuaría como traductor, como indicador del comportamiento adecuado.

El clicker no se utiliza como orden, indica al animal que al adiestrador le ha gustado ese comportamiento específico y que por tanto recibirá una recompensa (comida, caricias, un juguete etc.). Una vez aprendido el comportamiento no necesitaremos utilizar el clicker ni ofrecer un premio. El perro habrá comprendido nuestra orden.

Otras peculiaridades del adiestramiento con el clicker son:

- El perro forma parte activa del adiestramiento ya que ha de ofrecernos el comportamiento para que nosotros podamos premiarlo.

- Lo que el hace es importante, se siente protagonista. El perro se divierte y nosotros disfrutamos.

- Enseñamos al perro utilizando el moldeado por aproximaciones sucesivas. No introducimos la orden hasta que el perro es capaz de realizar el comportamiento que deseamos.



Formula del clicker: comportamiento + sonido = premio[center]

La Práctica

Consejos básicos:

Podrás encontrar el clicker en jugueterías, tiendas de objetos de broma o en tiendas de importación. (¿os acordáis de las “ranitas"?)

Desmenuzar en trocitos comida jugosa o trocitos pequeños de pienso de forma que el perro pueda recibir muchos pedacitos sin que por ello se harte o se atragante. Deberán estar preparados antes de comenzar el adiestramiento. Puedes ofrecerle también un juguete, un trapo, siempre algo que le llama mucho la atención, que le encante, pero que puedas sacar a la calle para seguir el adiestramiento.

Realizar las sesiones de adiestramiento preferentemente antes de que haya comido, sobre todo al enseñar un nuevo comportamiento. Se iniciarán en un lugar tranquilo y silencioso, donde no existan otras interferencias entre dueño y perro, para posteriormente aplicarlas en diversos espacios y ambientes.

Enseñar el significado del clicker haciéndolo sonar (sólo una vez) y dando a continuación un trozo de comida, cuatro o cinco veces en distintas habitaciones para posteriormente, y una vez identificado por el perro el sonido, llevarlo a cabo en la calle. Después se hará sonar el clicker, aprovechando cuando nos mire a los ojos, retrasando el premio unos segundos. El sonido tiene que quedar muy relacionado por el perro con el premio (comida, juguete, caricia) si no, no servirá de nada cuando lo utilices en la calle, por tanto está fase es primordial repetirla a menudo. No importa tanto cuando le demos el premio, una vez realizado el comportamiento, como que hagamos sonar el clicker en el momento en que lo inicia satisfactoriamente. Luego de aprendida la orden, el clicker servirá para indicar la finalización de la misma.

Las sesiones de entrenamiento serán cortas, no más de 5 minutos, y acabarán antes de que el perro comience a aburrirse o a distraerse (suelen rascarse cuando están desmotivados). Pararemos cuando el ejercicio aún sale bien y la respuesta es la deseada.

Si el perro no realiza la orden, ignorar y volver a intentarlo más tarde, no forzarlo, ni regañarle.

Ignorar al perro si realiza un comportamiento, para obtener un premio, sin que se lo hayamos ordenado.

Las palabras utilizadas para cada orden deberán ser siempre las mismas (podemos elegir las que nosotros queramos, a ser posibles sonidos cortos).

Una vez aprendido el significado de la orden, podremos eliminar el sonido del clicker y el premio.

Dos ejemplos:

Orden: “Sienta” (sit)

Mientras el perro está de pie, pon un trozo de comida entre los dedos y sitúala encima de su cabeza, utiliza la comida a modo de señuelo. (f.1). Si el perro se sienta, haz click y dale a continuación el premio. Si no lo hace, mueve la mano hacia atrás, en dirección a su cola (f.2), el perro intentará seguir la mano. Lo que pretendemos es que el perro doble y apoye sus patas traseras en el suelo. Haz click cuando comience a sentarse (f.3), dale el premio inmediatamente. Una vez conseguido el comportamiento (f.4) dejaremos descansar al perro. Podremos aprovechar que se levanta para indicarle el final del ejercicio, haciendo sonar el clicker y recompensándolo (más tarde se introducirá la palabra, por Ej., “ya”). En sesiones posteriores iremos retrasando la entrega del premio alternativamente. Cuando el perro comprenda la acción a realizar introduciremos la palabra orden justo cuando el perro se siente, haciendo sonar el clicker a la vez.


Útil para:

Evitar que cruce la calle.

Esté controlado al entrar en un establecimiento.

No se eche las patas a desconocidos, etc...

Orden: “Échate” (plazt)

Una vez que el perro se siente sin necesidad de indicárselo con la mano (f.1), pon la mano con la recompensa delante de su nariz (f.2). Después muévela lentamente hacia abajo entre sus patas delanteras, manteniéndola siempre pegada al perro. Su nariz seguirá tu mano y comenzará a echarse. Haz click cuando sus patas delanteras comiencen a doblarse por primera vez (f.3) prémialo. Por inercia terminará de tumbarse (F.4).Si se levanta ignóralo, y luego atráelo hacia abajo otra vez. Paulatinamente, reduce tu movimiento de indicación. Espera a que el perro se eche a su propio ritmo.


Útil para:

Esté en calma mientras comemos.

Permanezca fuera de las habitaciones.

Permanezca quieto ante personas desconocidas, etc...

Y no olvides:

* Hacer sonar el clicker siempre antes de darle el premio.

* Hacer click siempre mientras está realizando el comportamiento.

* Hacer click sólo una vez.

* No utilizar el clicker para atraer al perro, ni para que se acerque. Tampoco para motivarlo o como señal de inicio del ejercicio.

* Una vez aprendido el comportamiento, no hacer click en cada una de sus respuestas acertadas

* Si desaparece el comportamiento de repente, volver al inicio de la enseñanza.

* Divertirte.

El clicker no es un sistema milagroso, exacto e invariable. Ésta es la base del método, a partir de aquí será el adiestrador, con su imaginación, tiempo y paciencia, quien ideará la estrategia oportuna para enseñar el comportamiento que precise según sus necesidades.

Adiestrar es enseñar al animal a convivir en armonía con los seres humanos, por su bien, por su seguridad y por nuestra tranquilidad, de un modo equilibrado y justo; no se trata de lograr que nuestro perro sea una atracción de circo, sino un miembro más de la familia con el que podamos compartir actividades cotidianas. ¡Disfrutemos de su compañía!

Agradecimiento:

A Pedro, mi marido, por su labor de fotógrafo paciente y a Concha, mi perra, por seguir todas mis indicaciones.

Saludos a todos los futuros clickeros.