Leishmaniosis Canina

LEISHMANIOSIS CANINA

Conocida popularmente como “la enfermedad del mosquito”.

Existen gran cantidad de falsedades sobre una enfermedad que, no vamos a negar que sea muy grave en ciertas ocasiones, pero que hoy por hoy cuenta con tratamientos que pueden hacer que nuestro perro disfrute de una buena calidad de vida e incluso que pueden llegar a curarlo.

En primer lugar debemos aclarar que la enfermedad a la que nos estamos refiriendo es la Leishmaniosis Canina, la cual hay que diferenciar de otra también transmitida por picadura de mosquito llamada filariosis o enfermedad del gusano del corazón, la cual tiene un pronóstico bastante bueno si es diagnosticada a tiempo.

La Leishmaniosis se transmite en los meses calurosos del año, principalmente de Abril a Octubre. Está producida por un parásito del género Leishmania y el contagio se realiza por vía indirecta a través de la picadura de un mosquito del género Phlebotomus (nunca por contacto directo con el animal). Para que este mosquito pueda transmitir la enfermedad tiene que haber picado previamente a un perro enfermo y haber succionado el parásito de su sangre. Los cánidos son los animales mas afectados, siendo el perro el principal reservorio de la enfermedad.

El período de incubación, es decir, el tiempo que pasa desde que el mosquito pica al perro hasta que aparecen los primeros síntomas, puede ser de meses e incluso años. La sintomatología puede ser muy variada, dependiendo de los órganos a los que afecte, aunque se suelen diferenciar dos grandes tipos: La forma cutánea (la mas frecuente) y la forma visceral que suele ser mas agresiva. En general debemos consultar con el veterinario cuando observemos algunos de los siguientes síntomas: Descamaciones en la piel, adelgazamiento (a pesar de que el animal come bien), zonas sin pelo (sobre todo alrededor de los ojos, pabellones auriculares), úlceras cutáneas y mucosas, crecimiento exagerado de la uñas, hemorragias nasales, aumento del tamaño de los ganglios, diarreas que no curan.

El diagnóstico definitivo se realiza mediante un análisis de sangre.

Hasta hace poco se pensaba que la leishmaniosis era una enfermedad que no tenía cura, pero en la actualidad podemos decir que un 20 % de los animales tratados curan sin ningún problema.

Un animal deja de ser contagioso cuando se encuentra en tratamiento.

Con los tratamientos actuales muy pocos animales llegan a curarse totalmente aunque, en la mayoría de los casos, podemos mantener a raya a la enfermedad durante muchos años y hacer que los síntomas desaparezcan. En éstos animales será necesario efectuar controles periódicos (cada 6 meses). Diremos también que un animal deja de ser contagioso cuando se encuentra en tratamiento. Algunos casos de Leishmaniosis en los que el hígado y sobre todo el riñón se encuentren seriamente afectados pueden imposibilitar dicho tratamiento.

Es muy aconsejable realizar una prueba de Leishmaniosis después del verano (entre Octubre y Enero) para descartar que nuestro animal haya contraído la enfermedad o en caso contrario proceder al tratamiento ya que, cogida a tiempo, antes de que aparezcan los síntomas, hay muchas mas posibilidades de curación.

Se está investigando una vacuna preventiva que parece se comercializará pronto, mientras tanto la prevención consiste en la lucha contra el mosquito: evitar pasear al perro al atardecer y al anochecer que es cuando se alimentan los mosquitos, usar mosquiteras, collares con insecticidas repelentes o con ultrasonidos, pipetas con ciertos insecticidas que se aplican sobre la piel, fumigaciones del entorno, etc.

¿Cuándo le hago el análisis?

Pues bien, debemos seguir los pasos del verdadero culpable de esta historia: el Flebotomus perniciosus, este indeseable que transmite la enfermedad, actúa en primavera, verano y comienzos del otoño, es decir, cuando hace calor, desde Marzo hasta Octubre, de manera que el mejor momento para el análisis será NOVIEMBRE, DICIEMBRE o ENERO por que la temporada ya ha acabado y al final de ella es mas útil controlar que no la padezca.

La prueba consiste en una sencilla extracción de sangre. Ante esta enfermedad lo mejor es mentalizarse para prevenir y no para curar.